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Durante el ciclo menstrual, muchas mujeres no solo enfrentan cólicos, cansancio o cambios de humor, sino también molestias digestivas que suelen pasar desapercibidas. Hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento son algunos de los síntomas más comunes que acompañan estos días, y su origen está directamente relacionado con las fluctuaciones hormonales.

Las hormonas y su impacto en la digestión

De acuerdo con especialistas, durante la menstruación el cuerpo produce prostaglandinas, sustancias que ayudan al útero a contraerse para eliminar el revestimiento endometrial. Sin embargo, también actúan sobre los músculos del intestino, acelerando su movimiento y provocando una digestión más rápida, lo que puede generar diarrea o cólicos abdominales.

Por otro lado, la progesterona —una hormona que aumenta en la fase previa a la menstruación— tiene el efecto contrario: relaja los músculos del sistema digestivo y puede causar estreñimiento o sensación de pesadez. El equilibrio entre ambas hormonas determina el tipo de malestar que se experimenta durante el ciclo.

Factores que agravan los síntomas digestivos

Según Mónica Ramírez, médico ocupacional y jefa de Gestión de Riesgos de Sanitas, el estilo de vida puede intensificar estas molestias. “Una alimentación rica en ultraprocesados, dulces o comidas muy grasosas, así como el consumo de café, alcohol o gaseosas, puede aumentar la inflamación y la sensibilidad intestinal”, explicó.

Asimismo, la falta de sueño, el estrés, el sedentarismo y la deshidratación también son factores que influyen en la aparición de estos síntomas, ya que alteran el equilibrio del sistema digestivo y agravan la sensación de hinchazón o malestar abdominal.

Cómo aliviar los malestares digestivos durante el periodo

La buena noticia es que existen varias estrategias para reducir estas molestias y mejorar el bienestar general durante la menstruación:

  • Cuida tu alimentación: opta por comidas ligeras, ricas en frutas, verduras y alimentos antiinflamatorios como el pescado, el jengibre o la cúrcuma.
  • Hidrátate constantemente: el agua ayuda a regular el tránsito intestinal y a reducir la retención de líquidos.
  • Evita ultraprocesados y bebidas irritantes, como el café o el alcohol.
  • Muévete más: caminar o realizar actividad física moderada puede mejorar el estado de ánimo y la función intestinal.
  • Descansa adecuadamente: dormir bien favorece la regulación hormonal y la digestión.

En los casos en que las molestias sean intensas o persistentes, es importante consultar a un especialista para descartar afecciones como el síndrome del intestino irritable o la endometriosis.

Escuchar tu cuerpo también es cuidarte

Los cambios digestivos durante la menstruación son comunes, pero no deben considerarse normales si interfieren con tu rutina o generan dolor constante. Mantener hábitos saludables, conocer tu cuerpo y buscar orientación médica cuando sea necesario son pasos clave para vivir tu ciclo con mayor bienestar y equilibrio.

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