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Durante octubre, los dulces se convierten en los protagonistas de muchos hogares peruanos. Entre las porciones de turrón por el mes morado y las golosinas por Halloween, el consumo de azúcar en los niños se dispara, poniendo en riesgo su salud.

Según EsSalud, los niños pueden llegar a ingerir entre 4,000 y 7,000 calorías solo en la noche de Halloween, superando ampliamente sus necesidades diarias. Este exceso eleva el riesgo de obesidad infantil, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

En el Perú, la situación es preocupante. De acuerdo con UNICEF, la obesidad infantil afecta al 8.6 % de los niños menores de 5 años y al 38.4 % de los que tienen entre 6 y 13 años.

“No se trata de prohibir, sino de aprender a equilibrar”

La Lic. Linda Flores, nutricionista de Sanitas Consultorios Médicos, advierte que el consumo frecuente y sin control de dulces agrava los problemas de salud infantil.

“El alto consumo de azúcar de forma continua incrementa el riesgo de enfermedades crónicas en la adultez”, explica. “No se trata de prohibir los dulces, sino de aprender a equilibrar. Comer con conciencia permite mantener una buena relación con los alimentos y cuidar la salud sin dejar de disfrutar las festividades”.

Estas palabras resumen un enfoque clave: educar en hábitos saludables sin generar restricciones extremas.

Consejos para un Halloween saludable

Para evitar los efectos del exceso de azúcar y promover una alimentación balanceada, la especialista brinda cinco recomendaciones prácticas para disfrutar los dulces sin comprometer la salud:

  1. Controlar las porciones y la frecuencia. Permitir un dulce ocasional en lugar de grandes cantidades todos los días.
  2. Evitar bebidas azucaradas. Reemplazarlas por agua, leche o infusiones naturales sin azúcar.
  3. Equilibrar la alimentación diaria. Si los niños comerán dulces, que el resto de sus comidas incluya frutas, verduras y proteínas.
  4. Optar por opciones caseras. Preparar postres en casa ayuda a reducir el azúcar y los aditivos.
  5. Gestionar los dulces después de Halloween. En lugar de comerlos todos en un día, distribuirlos poco a poco durante las semanas siguientes.

El autocuidado empieza en casa

Para la Lic. Flores, el autocuidado familiar es esencial para mantener la salud infantil:

“La salud se construye todos los días con pequeñas decisiones. Fomentar hábitos saludables como la actividad física y una buena nutrición permite disfrutar sin preocupaciones y asegurar el bienestar de los más pequeños”, destaca la especialista.

Cuidar lo que comemos, movernos más y enseñar a los niños a tomar decisiones conscientes son los pilares para formar una generación más saludable.

El Halloween saludable es posible. No se trata de eliminar el disfrute, sino de educar, equilibrar y acompañar. Con pequeños cambios, las familias pueden disfrutar de estas fechas sin poner en riesgo la salud de los niños.