¿Matcha o café? Descubre cuál te conviene según tu estilo de vida

<<¿Te cuesta decidir entre una taza de café o un matcha por la mañana? Ambos ofrecen beneficios, pero actúan de forma diferente en tu cuerpo y mente. Con la ayuda de la Lic. Linda Flores, nutricionista de Sanitas Consultorios Médicos, te explicamos cuál se adapta mejor a tus objetivos diarios.>>
El café es el preferido de quienes buscan energía al instante. Su cafeína se absorbe rápidamente, lo que se traduce en una sensación de alerta casi inmediata, ideal para comenzar el día o rendir en reuniones importantes.
No obstante, esta energía es de corta duración (2 a 4 horas), y suele ir acompañada de un «bajón» cuando desaparece su efecto. Además, si lo tomas en exceso o eres sensible a la cafeína, puede producir nerviosismo, insomnio o palpitaciones.
A diferencia del café, el matcha proporciona una estimulación más suave y duradera (4 a 6 horas). Contiene L-teanina, un aminoácido que actúa junto con la cafeína para reducir el estrés y mejorar el enfoque mental, sin causar el típico nerviosismo.
Esto hace que el matcha sea ideal para estudiantes, creativos y profesionales que necesitan mantener la concentración por varias horas sin interrupciones.
¿Cuál ayuda más?
Ambas bebidas estimulan el sistema nervioso central, pero lo hacen de forma distinta. El café activa rápidamente, útil para situaciones puntuales que requieren agilidad.
El matcha, en cambio, favorece el estado de alerta sostenido, ideal para estudiar, trabajar o meditar, sin sobresaltos ni interrupciones.
¿Sabías que?
El matcha contiene hasta 137 veces más antioxidantes que un té verde regular.
El consumo excesivo de café puede provocar ansiedad, acidez estomacal y alteraciones del sueño. El matcha, al tener menos cafeína y más L-teanina, es más tolerable para personas con ansiedad o hipertensión.
Ambos deben tomarse con moderación, pero si buscas una bebida menos agresiva para tu sistema nervioso, el matcha suele ser la mejor opción.
Antioxidantes que cuidan tu cuerpo
- Matcha: rico en catequinas como la EGCG, con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y protectoras contra el envejecimiento celular.
- Café: fuente de polifenoles y ácidos clorogénicos, que contribuyen a la salud cardiovascular y regulan el metabolismo.
Ambas bebidas, cuando se consumen sin azúcares añadidos ni excesos de lácteos o jarabes, pueden formar parte de una dieta saludable.
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