En Perú, las enfermedades no transmisibles (ENT) como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, renales y pulmonares, representan el 75% de las muertes. Sin embargo, muchas de estas se pueden prevenir o manejar de manera efectiva si se diagnostican a tiempo. A pesar de esta realidad, solo 3 de cada 10 peruanos se realiza algún tipo de chequeos preventivos, una cifra preocupante si consideramos que la hipertensión afecta a más de 5.5 millones de personas y 1.3 millones viven con diabetes.
Al respecto, la Dra. Mónica Ramírez, jefa del Programa de Salud de Sanitas, recalca la necesidad de incorporar chequeos periódicos como parte de los hábitos y buenas prácticas saludables de las personas para detectar enfermedades en etapas tempranas y evitar complicaciones graves. “Es crucial reforzar la cultura de prevención en el país. Estos exámenes se deben realizar anualmente y, si bien se adaptan a la edad y el género, suele incluir una serie de análisis como examen físico, análisis de sangre y orina, evaluación de riesgo cardiovascular, de salud mental y nutrición”, comenta la especialista.
En esa línea, la Dra. Ramírez da a conocer algunos de los beneficios de realizarse chequeos preventivos de forma oportuna:
- Monitoreo de la salud general: los análisis permiten verificar niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos y presión arterial para detectar anomalías y tomar medidas preventivas.
- Detección de enfermedades: facilitan la identificación de enfermedades como el cáncer, la diabetes o la hipertensión en etapas iniciales, aumentando las posibilidades de un tratamiento exitoso y/o una mejor calidad de vida.
- Control de enfermedades crónicas: permitemonitorear la evolución de patologías preexistentes y ajustar el tratamiento para evitar complicaciones.
- Empoderamiento sobre la salud: conocer los factores de riesgo personales permiten tomar decisiones informadas sobre estilo de vida y cuidado preventivo, basadas en el historial familiar y condiciones preexistentes.
- Mamografía: a partir de los 40 años o antes, si tiene antecedentes familiares de cáncer de mama.
- Antígeno prostático específico (PSA): a partir de los 50 años o antes si hay historia familiar de cáncer de próstata.
- Electrocardiograma (ECG): permite descartar problemas cardíacos. Densitometría ósea (mujeres posmenopáusicas o hombres mayores de 50): para detectar osteoporosis.