«Aunque los servicios de salud remotos no reemplazan la evaluación médica presencial, sí permiten optimizar el seguimiento de tratamientos y agilizar diagnósticos oportunos», indica el especialista.
El acceso a los servicios de salud continúa siendo uno de los principales desafíos en el país. Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO 2022), 7 de cada 10 peruanos que necesitaron atención médica no lograron recibirla, principalmente debido a la demora en la atención y la distancia a los centros de salud.
“La pandemia marcó un punto de inflexión en la evolución de las teleconsultas médicas, que hoy representan una transformación importante en la forma de brindar atención en el país. Tanto el sector público como el privado, junto con aliados estratégicos, han adoptado este modelo para garantizar la continuidad de los servicios de salud. Gracias a ello, es posible optimizar los recursos disponibles, disminuir los tiempos de espera, ampliar la cobertura en zonas alejadas y dar seguimiento a enfermedades crónicas sin necesidad de traslados”, señala la Dra. Carolina Coa, directora médica de Sanitas Consultorios Médicos.
En este contexto, la especialista enfatiza que es fundamental elegir el tipo de atención más adecuado para cada situación. Por ejemplo, si se requiere un examen físico completo o procedimientos médicos específicos, es indispensable acudir de forma presencial a un establecimiento de salud. Además, la integración de tecnologías en salud permite reducir la congestión en hospitales y clínicas, y mejorar el acceso médico, especialmente en zonas alejadas.
¿Cuándo optar por teleconsulta o atención presencial?
La especialista brinda algunas pautas clave para tomar la mejor decisión:
-
Primera evaluación médica: debe realizarse de forma presencial, ya que permite la apertura de la historia clínica, un examen físico detallado y pruebas como análisis de laboratorio o radiografías. Luego, el seguimiento del tratamiento puede llevarse a cabo de forma virtual.
-
Control de enfermedades crónicas: el 43,2% de los peruanos padece enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión, asma o colesterol alto, según el INEI. Estas condiciones requieren controles regulares, que pueden realizarse mediante telemedicina, siempre que no existan complicaciones.
-
Emergencias médicas: ante síntomas graves como dificultad respiratoria, golpes severos o infartos, es fundamental acudir inmediatamente a un centro de salud. “La atención virtual no reemplaza procedimientos de emergencia que pueden salvar vidas”, advierte la Dra. Coa.
-
Síntomas leves: en casos de molestias menores como resfriados, dolor de garganta o malestar digestivo, la teleconsulta médica puede ser una opción rápida y segura, evitando desplazamientos y reduciendo el riesgo de contagio.
Para garantizar una atención médica oportuna, es esencial que la población sepa cuándo utilizar la telemedicina. Además, es recomendable identificar los centros de salud cercanos y contar con números de emergencia para actuar con rapidez.
Actualmente, el Perú cuenta con aproximadamente 25 mil establecimientos de salud, lo que equivale a uno por cada 1.300 habitantes, una cifra que evidencia la necesidad de seguir ampliando la cobertura.
Beneficios de las teleconsultas médicas
Las teleconsultas han transformado la forma de brindar atención médica, ofreciendo múltiples ventajas:
-
Comodidad y accesibilidad: permiten recibir orientación médica desde casa, sin traslados ni esperas prolongadas.
-
Cobertura en zonas rurales o alejadas: facilita el acceso a especialistas en áreas con difícil conectividad, promoviendo equidad en salud.
-
Optimización del tiempo: tanto para pacientes como para médicos, agilizando el monitoreo de enfermedades crónicas y la gestión de tratamientos.
-
Digitalización de la historia clínica: mejora la coordinación entre profesionales y el acceso a información médica en tiempo real.
En definitiva, la telemedicina en el Perú representa una oportunidad valiosa para fortalecer el sistema de salud, mejorar la eficiencia en la atención y cerrar brechas en el acceso.